Después de un año de trabajo en que muchas personas llevan estilos de vida agitados, estresantes y constantemente conectados a las plataformas digitales, es importante tomarse un tiempo para el descanso y la recreación, especialmente en esta época del año, en que quizás, manejamos más nuestros tiempos, estamos más en familia y donde el lugar que habitamos nos ofrece su naturaleza, sabiamente entretejida, y su rica tradición cultural.
Las vacaciones y los días de descanso tienen un importante papel protector en nuestra salud física, emocional y mental. Alejarnos de la rutina diaria y explorar diferentes actividades, nos permite ampliar nuestra mirada, estimulando la creatividad y la imaginación. Contribuye a tener emociones más positivas, reducir el estrés, mejorar el sueño, aumentar la actividad física, revitalizar la mente y el cuerpo, lo que se refleja en mejores relaciones interpersonales y en una relación más armoniosa con nuestro entorno.
Durante el mes febrero, Puerto Montt celebra sus 172 años. Una ciudad que se nutre de la belleza y energía del mar, moldeando el carácter de su gente y conectando su pasado, presente y futuro. Hemos ido construyendo una ciudad que ha crecido y se ha desarrollado a lo largo de los años, convirtiéndose en una importante puerta de entrada al archipiélago de Chiloé y a la Patagonia Chilena. Posee sentido de comunidad y un importante compromiso con el desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. La celebración de este nuevo aniversario de Puerto Montt es una oportunidad para renovar y revitalizar a la comunidad y su vínculo con los espacios que nos ofrece.
Este es el momento ideal para la recreación y el descanso en nuestra ciudad y sus alrededores, aprovechando su belleza natural, su rica historia y cultura. Según un estudio publicado en el Observatorio Municipal de Puerto Montt del 2019, más del 57% de los atractivos turísticos precordilleranos corresponden a sitios naturales, que pueden ser visitados a diario y 17% a las tradiciones culturales.
Las vacaciones o los días de descanso nos permiten recuperar espacios para la reflexión y la contemplación de nuestras bellezas naturales y culturales; desconectarnos del quehacer diario y del cansancio acumulado; encontrar tranquilidad para estar con uno mismo, con nuestras familias y amigos apreciando la simplicidad de la vida. Disfrutemos con responsabilidad, nuestras costumbres y tradiciones, nuestro mar y cordillera, nuestros parques urbanos y rurales, nuestro folklore y la rica gastronomía de los sectores rurales.
Tomemos conciencia que nuestro entorno moldea nuestra identidad como personas y como comunidad, tejiendo una red de pertenencia colectiva que se renueva constantemente, cuando nos conectamos con nuestra cultura, nuestra historia y nuestra naturaleza.
Marcia Palma, Terapeuta Familiar

Mónica Vásquez, Terapeuta Familiar
